Guillem y yo nos conocemos desde P-3.Desde P-3 hemos sido compañeros, salvo segundo, que yo pasé fuera del cole, que no cuenta.
He ido a sus cumpleaños, le he regalado cosas, ha comido en mi casa y yo en la suya. Este trimestre se sienta conmigo, en primera fila, cerquita del profe, porque a él le quedaron muchas en diciembre y a mí más por esta mierda de dislexia que me hace la vida difícil.
Hasta ayer le llamaba amigo...
Todo fue por un exámen de natus, que hicimos el lunes. Mi madre me había leído el tema y lo habíamos gravado en mi MP4. Me había pasado el domingo oyéndolo... ¡Me lo sabía!.
Ayer repartian las notas.
Antes de dar los controles el profe hechó una super bulla diciéndonos que no habíamos estudiado y que muchísima gente estaba en el muy deficiente y que tendrían que repetir el examen al menso 20 personas de los 26 que somos en clase.
Yo creía que estaba en ese grupo.
Pero al repartir el control resultó que no, que mi nota era nada menos que un 6,2.
Ayer repartian las notas.
Antes de dar los controles el profe hechó una super bulla diciéndonos que no habíamos estudiado y que muchísima gente estaba en el muy deficiente y que tendrían que repetir el examen al menso 20 personas de los 26 que somos en clase.
Yo creía que estaba en ese grupo.
Pero al repartir el control resultó que no, que mi nota era nada menos que un 6,2.
¡Un 6,2!
Guillem había cateado.
Yo estaba radiante. Estoy tan acostumbrado a que todo me vaya maL que estes triunfos imprevistos me descolocan.
Y él me cogió el examen y lo empezó a mirar. Josep y Raimon y Oriol hasta se levantaron de su sitio y me vinieron a felicitar...
Entonces vi en la cara de Guillem un gesto extraño, y mirándome de reojo, levantó la mano para decirle al profe que se había equivocado. Había contado mal mi examen y en vez de un 6,2 era un 4,2.
Era verdad.
El profe revisó mi examen y entornó los ojos.
No sabía como decírmelo... Yo también, como no, formaba parte de los suspendidos, de los que habían de repetir examen...
Y para colmo, por mucho que no quise llorar, no pude evitar la vergüenza de las lágrimas y de los mocos.
Guillem sonreía, prepotente.
El profe entonces, le dirigió una mirada helada y le lanzó una pregunta que yo también me hago:
¿De verdad es necesario comportarse como un traidor? ¿Qué bien sacas tu haciendo el mal a otro?
Y tu allí, Efialtes, ¡Ojalá vivas por siempre!
Guillem había cateado.
Yo estaba radiante. Estoy tan acostumbrado a que todo me vaya maL que estes triunfos imprevistos me descolocan.
Y él me cogió el examen y lo empezó a mirar. Josep y Raimon y Oriol hasta se levantaron de su sitio y me vinieron a felicitar...
Entonces vi en la cara de Guillem un gesto extraño, y mirándome de reojo, levantó la mano para decirle al profe que se había equivocado. Había contado mal mi examen y en vez de un 6,2 era un 4,2.
Era verdad.
El profe revisó mi examen y entornó los ojos.
No sabía como decírmelo... Yo también, como no, formaba parte de los suspendidos, de los que habían de repetir examen...
Y para colmo, por mucho que no quise llorar, no pude evitar la vergüenza de las lágrimas y de los mocos.
Guillem sonreía, prepotente.
El profe entonces, le dirigió una mirada helada y le lanzó una pregunta que yo también me hago:
¿De verdad es necesario comportarse como un traidor? ¿Qué bien sacas tu haciendo el mal a otro?
Y tu allí, Efialtes, ¡Ojalá vivas por siempre!
2 comentarios:
Yo el día 28 de mayo cumplo 48 años, es decir que nací en 1960. Mi hijo, que también es disléxico como yo, tiene ahora 14, y nació el día 5 de mayo de 1993.
Es curioso tres disléxicos, tres géminis, y yo siempre he pensado que el problema no estaba en la dislexia, sino, en que era géminis. Menuda tontería.
Lo de tu "amigo", no le des más vueltas, el agua pasada ya no mueve el molino...
Mis padres son escorpion, los dos y cuando me decian queyo era geminis entndia quera "germenes", por aquello deque los singos esos son bichos
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